quinta-feira, 16 de junho de 2011

HIGUERA

El escriba Valdemir Mota de Menezes he leído este artículo sobre las costumbres orientales en el trabajo: Usos y Costumbres de las Tierras de la Biblia de Wight Fred







LA HIGUERA

Tres cosechas de higos en Palestina. Los higos tempraneros, no muchos en número,
pero de tamaño grande, se maduran un mes antes que la cosecha principal; ésta se cosecha en verano y se consume en agosto y septiembre; y los higos de invierno quedan en los árboles hasta tarde en el otoño. Se mencionan en la Escritura los higos primeros como muy deseados (Oseas 9:10); y lo fácil que es conseguirlos cuando se sacude el árbol (Nahum 3:12) –

La cosecha de verano que no se come como fruta fresca, se pone en los techados, para usarla en los meses de invierno. La higuera, un signo de la estación. La higuera muestra señal de follaje más tarde que algunos de los otros árboles frutales de Palestina. El desarrollo de las hojas y el oscurecimiento de su color, interpreta como señal de que el verano se acerca. Jesús se refirió estas ideas .De la higuera aprended la parábola; Cuando ya su rama se enternece, y las hojas brotan, sabéis
que el verano está cerca. (Mat. 24:32; Marc. 13:28). El amante en el Cantar de los Cantares, indica que el invierno ha pasado y el verano está cerca porque .la higuera ha echado sus higos tiernos" (Cant. 2:11-13).








Cristo y la Higuera.

Para poder entender por qué un día Cristo maldijo a la higuera, se necesita conocer la costumbre del crecimiento de las hojas y el fruto de la higuera. El hábito normal de las higueras es que la fruta principia a formarse en el árbol pronto como aparecen
las hojas. También las bojas y el fruto desaparecen al mismo tiempo. Pero se dijo de esta higuera que sus discípulos vieron en el monte de los Olivos, "porque no era tiempo de higos" {Marc. 11:13). En realidad esto no era justificación para la higuera, porque no era el tiempo para que aparecieran higos. Por la muestra de sus hojas era muy semejante a muchas gentes, que pretendían llevar fruto que en realidad no tenían, como los fariseos que profesaban ser muy religiosos, pero cuyas vidas eran infructuosas. Por eso Cristo maldijo a la higuera como una lección objetiva para todos, que no fueran hipócritas.





También nos relató Jesús la parábola de la Higuera Esta. Tenía uno una higuera
plantada en su viña, y vino a buscar fruto en ella, y no halló. Y dijo al viñero: He aquí tres años ha que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo hallo: córtala, ¿por qué ocupará aún la tierra? El entonces respondiendo, le dijo, Señor, déjala aun este año, hasta que la excave y estercole: y si hiciere fruto bien; y si no, la cortarás después. (Luc.13:6-9). He aquí una higuera que por tres años no llevó fruto, cuando su dueño esperaba encontrarlo. El viñero sugirió tener paciencia del árbol y propuso un cultivo adicional y estercolamiento para dándole otra oportunidad para dar higos. Deberá notarse que esta higuera había sido plantada en medio de la viña. Esto se hace con frecuencia en Palestina.

Uso de los higos en el Antiguo Testamento.

Los higos fueron muy usados durante el tiempo de la historia de Israel, especialmente los higos secos. Abigail le llevó a David doscientas marquetas de higos (1 Sam. 25:18).
Una marqueta de higos se le dio al egipcio para revivirlo (1 Sam. 30:12). Y marquetas
de higos le fueron traídos a David a Hebrón en el tiempo del gran regocijo (1 Cron. 12:40). Cuando el rey Ezequías estaba enfermo, Isaías le dijo que se pusiera una cataplasma de higos en el tumor, y el Señor lo sanó (2 Reyes 20:7). Jeremías se refiere a las características del higo, pues que algunas de ellas pueden ser muy buenas, y por otro lado pueden ser muy malas. (Jer. 24:1, 2).






Sentarse bajo su propia higuera. Varias veces en el Antiguo Testamento se hace uso de esta expresión con la adición de la parra. Se usa de varias maneras. En el próspero reino del rey Salomón se decía: "Y Judá e Israel vivían seguros, cada uno debajo de su parra y debajo de su higuera, desde Dan hasta Beer-seba, todos los días de Salomón" (1 Reyes 4:25). Esta es una manera de decir que había prosperidad y paz en la tierra, y que cada familia disfrutaba la posesión de la heredad de su padre, que se simbolizaban por los frutos de la viña y de la higuera, que pertenecían a cada hogar.







El profeta Miqueas usó la expresión para pintar la paz universal y la prosperidad que caracterizaban la venida de la Edad de Oro: "No alzará espada gente contra gente, ni más se ensayarán para la guerra. Y cada uno se sentará debajo de su vid y de su higuera y no habrá quien amedrente" (Miqueas 4:3, 4) - Este es un cuadro en el que
se disfrutan las bendiciones de paz.
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